La Casa de la Moneda de Nueva Zelanda, ha construido su legado sobre la excelencia, a pesar de no ser una casa de la moneda soberana. Como pioneros en la adopción del estándar de pureza .9999 para el oro, llevan décadas comprometidos con lingotes de calidad inigualable. También son líderes mundiales en el mercado de coleccionables de metales preciosos, ofreciendo conceptos y diseños extraordinarios que capturan la magia de las historias más queridas del mundo. Este mercado sólo quiere lo mejor, así que eso es lo que hacen a través de licencias mundialmente famosas y diseños de alta calidad. Se centran en un servicio ejemplar con el objetivo de garantizar que tanto clientes como consumidores alcancen sus objetivos financieros y de coleccionismo