La Real Casa de la Moneda de Holanda se fundó en Utrecht en 1567, lo que la sitúa entre las empresas más antiguas de los Países Bajos. Durante el siglo XVI, los Países Bajos contaban con varias casas de la moneda, cada una de las cuales acuñaba su propia moneda. En 1806, se decidió que el país debía tener una ceca central, la de Utrecht, y una moneda nacional única. Tras muchos años como institución estatal, la Casa de la Moneda se convirtió en una organización comercial independiente en 1994. El Estado neerlandés siguió participando como accionista al 100%. En 1999, se concedió a la Casa de la Moneda el derecho a llevar el prestigioso predicado «Real». El Rey de los Países Bajos reserva este predicado a un selecto grupo de empresas holandesas, ya que simboliza el respeto, la confianza y el aprecio del Rey por esas organizaciones. En 2016, la Real Casa de la Moneda de los Países Bajos se convirtió en la primera casa de la moneda europea en privatizar sus operaciones. Este paso permitió a la Casa de la Moneda mejorar su capacidad de respuesta, su servicio al cliente y su eficiencia mediante una estructura de toma de decisiones más eficaz y la capacidad de perseguir objetivos y estrategias a largo plazo.