En los últimos dos meses, los precios del oro han subido un 20%, casi duplicando su valor desde antes de la pandemia, cuando rondaba los 1.500 dólares. Ayer, el oro cerró por encima de los 2.400 dólares. Este aumento ha llevado al oro a superar al S&P 500 y al dólar estadounidense, cuyo poder adquisitivo ha disminuido significativamente desde la pandemia.
Tres factores principales impulsan este repunte del oro: la inflación, las compras de los bancos centrales y la tensión geopolítica, incluidas las sanciones rusas. Además, se rumorea que un gran comprador misterioso, posiblemente respaldado por el gobierno chino, está adquiriendo oro.
La inflación ha estado aumentando durante seis meses, y los bancos centrales están acumulando oro para prepararse para una posible crisis financiera. Las tensiones geopolíticas, especialmente entre Rusia y China, también juegan un papel importante. Las sanciones estadounidenses han hecho que muchos países desconfíen de tener dólares, optando por el oro como alternativa segura.
El mercado del oro es relativamente pequeño en comparación con la deuda gubernamental global, lo que significa que cualquier movimiento significativo de dinero hacia el oro puede causar grandes cambios en su precio. Actualmente, Wall Street predice precios altísimos para el oro, con Goldman Sachs proyectando 2.700 dólares, Bank of America 3.000 dólares y UBS 4.000 dólares en los próximos años.
En resumen, el oro se considera un seguro en tiempos de incertidumbre económica y geopolítica, y su reciente repunte refleja esta percepción.
Peter St. Onge “Los precios del oro están en llamas”. Money Metals, abril 2024.