Las razones para considerar el paladio hoy en día son dos. Primero, después de un período normal de consolidación, parece estar listo para otro tramo alcista significativo. La segunda razón es que el comportamiento reciente del paladio proporciona evidencia adicional de que los metales están avanzando ahora en un frente amplio (y no debería sorprender, considerando que el dólar y las tasas de interés se espera que caigan a medida que la Fed se posiciona para otra ronda aún mayor de QE).
Si tomamos como referencia el desempeño de los últimos 6 meses, se observa que el paladio está muy cerca de iniciar una nueva tendencia alcista. Recordarán que la última gran subida —que correspondió a la segunda onda de impulso dentro de su patrón base principal— fue anunciada a finales de septiembre, cuando el precio estaba en 1.271,50 dólares. Desde entonces, ha registrado una ganancia considerable, incluso tras la consolidación o reacción de aproximadamente las últimas 6 semanas.
Actualmente se mantiene dentro de una tendencia claramente alcista, avanzando en ese patrón clásico de “dos pasos hacia adelante y uno hacia atrás”. Además, oro y plata continúan al alza, lo que lo sitúa en un contexto favorable. La duración de esta segunda consolidación permitió que el promedio móvil ascendente de 50 días se recuperara, apoyando un avance renovado. También permitió que la fuerte sobrecompra previa se disipara, y con el MACD cruzando recientemente su promedio móvil en un nivel bajo por primera vez en semanas, el próximo tramo ascendente parece cercano.
El patrón base tipo taza con asa observado en un periodo de un año ayudó a anticipar que el segundo gran tramo ascendente sigue siendo válido. Ampliando la mirada hacia un periodo de dos años, se aprecia cómo el paladio continúa elevándose desde una gran base con una tendencia alcista de carácter parabólico acelerado. Tras la última reacción, el precio volvió a la parte inferior de esta estructura, lo que sugiere que está próximo a iniciar un nuevo impulso importante.
Si retrocedemos aún más y observamos su comportamiento en un marco de 11 años, se ve con claridad que tocó fondo a fines de 2015 y comienzos de 2016. El reciente segundo impulso rompió el valor que había definido la base formada desde finales de 2023, después del fuerte mercado bajista que siguió al gran techo de cabeza y hombros que se desarrolló entre 2020 y 2023. Es posible que aún deba superar cierta resistencia en la zona inferior de esa formación, lo que explica dónde se detuvo el impulso previo. Sin embargo, considerando que todo el complejo de metales está acelerando al alza, no debería presentar dificultades para superarla y continuar avanzando.
En una mirada de muy largo plazo, desde principios de la década de 1980, el sesgo general de su comportamiento es claramente alcista. Cuando el precio superó el máximo del año 2001 durante 2018, subió con fuerza y posteriormente formó un gran patrón de techo entre 2020 y 2023. Luego cayó con dureza, deteniéndose en la zona esperada de soporte situada por encima de los máximos previos de 2001, 2010 y 2014. Desde allí se formó una base estrecha que dio paso a la ruptura de este año y al inicio de un mercado alcista significativo. Todo indica que este mercado alcista recién comienza, más aún con oro y plata marcando nuevos máximos y avanzando con fuerza.
El paladio cerró en 1.471,50 dólares el 5 de diciembre de 2025.
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