El platino, tras más de una década de estancamiento, ha comenzado a mostrar señales claras de un nuevo ciclo alcista. En los últimos dos meses, su precio ha aumentado un 36 %, lo que ha despertado un renovado interés en este metal precioso. Este informe argumenta que este repunte no es un fenómeno aislado, sino el inicio de una tendencia más profunda y sostenida.
A diferencia del oro y la plata, el platino tiene una historia más reciente como activo de inversión y su demanda está fuertemente ligada a usos industriales, automotrices y joyería. Esta característica lo hace más sensible a los ciclos económicos, pero también le otorga un perfil único como diversificador dentro de una cartera de metales preciosos.
Uno de los pilares del argumento alcista es la disminución sostenida de la oferta. La producción minera ha caído un 16 % desde 2021, afectada por problemas estructurales en Sudáfrica, sanciones a Rusia y el agotamiento de minerales de alta ley. A esto se suma una demanda estable, impulsada por sectores industriales y nuevas aplicaciones como los vehículos de hidrógeno, lo que ha generado un déficit de casi un millón de onzas en los últimos años.
Desde el punto de vista técnico, el platino ha roto un patrón de consolidación de tres años, lo que sugiere un cambio de tendencia significativo. Aunque actualmente se encuentra en una zona de sobrecompra, se espera una fase de consolidación antes de nuevas alzas. El informe destaca que el platino sigue estando fuertemente infravalorado en comparación con el oro, la inflación, la oferta monetaria y los índices bursátiles, lo que refuerza su potencial de apreciación.
Además, se anticipa un posible mercado bajista del dólar estadounidense, lo que históricamente ha favorecido el alza de las materias primas. Este contexto macroeconómico, junto con la escasez de oferta y la subvaloración del platino, podría desencadenar un nuevo superciclo de metales preciosos.
En conclusión, el informe recomienda considerar al platino como una oportunidad estratégica dentro de una cartera diversificada, especialmente para quienes ya cuentan con una base sólida en oro y plata. Su perfil volátil pero con alto potencial lo convierte en un activo atractivo en el actual entorno económico.
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