La volatilidad se ha apoderado de los mercados de metales preciosos, con las negociaciones comerciales como principal catalizador. Como ya hemos señalado, cualquier relajación de las tensiones comerciales provocará una bajada de los precios, pero cualquier incertidumbre continuada seguirá provocando subidas. En lo que respecta al oro, los mercados apenas han variado desde nuestra última actualización, con un rango de 273,42 dólares, un mínimo por debajo de los 3130 dólares y un máximo por encima de los 3400 dólares. El oro ha reaccionado especialmente a cualquier negociación o rumor comercial, y las fuertes oscilaciones han sido tema de conversación. Teniendo en cuenta el panorama general, todavía hay guerras en curso, incluida una posible guerra comercial, por lo que no es mala idea tener una posición en oro. En el momento de escribir este artículo, el oro se sitúa en 3316 dólares, tras haber superado los 3300 dólares durante la noche. Parece que los alcistas se están aferrando a esa cifra de 3300 dólares, por lo que veo un buen soporte allí. Por el lado alcista, hay resistencia en 3330 dólares y alrededor de 3365 dólares.
He hablado de la plata en todas mis actualizaciones anteriores y de cómo se produciría una recuperación con respecto al oro, ya que la relación era demasiado desequilibrada para ser sostenible. Desde nuestra última actualización, la plata ha tenido un amplio rango de 4,80 dólares, casi 5 dólares por onza. Se ha negociado a un mínimo de 31,64 dólares y a un máximo de 36,44 dólares. Aunque hay muchos factores en juego en el mercado de la plata, lo que me llama la atención es que la relación ha pasado de más de 106 a situarse ahora en 91 y sigue bajando. No obstante, hay que ser cautelosos, ya que la plata ha tenido una subida tan fuerte que no se puede descartar un retroceso. En definitiva, dada la situación actual, no es mala idea mantener metales preciosos físicos.
Josh Perez
Managing Director
Chief of Global Trading