La incertidumbre geopolítica en Oriente Medio sigue siendo extremadamente alta tras el anuncio de Estados Unidos de un ataque con misiles contra las instalaciones nucleares de Irán, y la respuesta de Irán con un ataque con misiles contra una base aérea estadounidense en Catar. Sin embargo, el oro no está atrayendo una oferta significativa como refugio, ya que los precios han tenido dificultades para mantenerse por encima de los 3400 dólares la onza.
Algunos analistas señalan que la demanda de oro como refugio seguro se ha visto limitada debido a que el conflicto se ha mantenido contenido en la región. Junto con el oro, los precios del petróleo también tienen dificultades para mantener las ganancias impulsadas por la actual turbulencia.
A pesar del escaso atractivo del oro como refugio seguro, los analistas de mercado de UBS enfatizan que la fortaleza del oro no reside en su papel como cobertura contra eventos geopolíticos, sino en su función más amplia dentro de una cartera diversificada.
“Sin embargo, los inversores podrían beneficiarse al pensar en el oro desde a perspectiva de la diversificación de la cartera, en lugar de como una operación discreta que depende del nivel de precios”, dijo Julian Wee, escritor de inversiones de UBS.
Citando datos de la Encuesta Anual sobre el Oro de Bancos Centrales del Consejo Mundial del Oro, Wee destacó que los gestores de cartera consideran el oro como un activo multifacético. Según la encuesta, las tres principales razones para invertir en oro son su rendimiento en periodos de incertidumbre, su utilidad como herramienta de diversificación y su función como reserva de valor.
El entorno geoestratégico actual respalda todos estos factores, aunque en distintos grados. La impredecible formulación de políticas de la administración Trump contribuye a la erosión de la confianza, lo que podría seguir siendo un factor clave a corto plazo. Los inversores deben estar atentos a los indicadores que apuntan a una salida sostenida del dólar estadounidense, y es probable que el oro desempeñe un papel crucial en esta transición, afirmó Wee.
Aunque actualmente el oro se negocia en un patrón lateral, UBS sigue siendo optimista respecto del metal amarillo y mantiene su objetivo alcista de 3.800 dólares la onza.
“Prevemos que la demanda de bancos centrales y ETF se mantendrá sólida en el futuro”, añadió Wee. “El oro también sirve como reserva de valor líquida y políticamente neutral en lugar del dólar estadounidense”.
Sin embargo, Wee también señaló otras maneras en que los inversores podrían capitalizar el valor del oro, incluso mientras los precios se consolidan. Sugirió que los inversores consideren la deuda corporativa emitida por las mineras de oro, señalando que algunos bonos tienen un rendimiento cercano al 6 %. El sector minero ha tenido dificultades para atraer un interés constante de los inversores a pesar de los precios récord del oro. No obstante, la estabilidad de los costos de producción ha permitido a los productores mantener márgenes significativos en los últimos años.
“La sólida generación de flujo de caja libre ha permitido a estas empresas reducir el apalancamiento neto y fortalecer aún más sus balances”, afirmó Wee. “Prevemos que la actividad de fusiones y adquisiciones continuará con un menor riesgo, lo que contribuirá a preservar la solidez de sus indicadores financieros”.
Neils Christensen, Kitco