La caída de la inflación en Chile refuerza las expectativas de nuevos recortes de tasas por parte del Banco Central. Sin embargo, el debilitamiento del dólar a nivel global pesa en el mercado.
El dólar abre la jornada del lunes con una ligera caída frente al peso chileno. Si bien el mercado recibió un dato de inflación que refuerza las expectativas de un mayor estímulo monetario por parte del Banco Central, los factores externos han terminado dominando el comportamiento del tipo de cambio.
Desde XTB Latam, el analista Ignacio Mieres destacó que la inflación registró una variación mensual de 0%, con un acumulado de 2,9% en lo que va del año y 4% en los últimos 12 meses.
Esta cifra, inferior a lo esperado, “favorece la posibilidad de que el Banco Central de Chile avance en una política monetaria más flexible”, lo que pone presión al peso frente al dólar. Sin embargo, el efecto local fue neutralizado por factores externos más determinantes.
Desde ING, Chris Turner explicó que “los datos de empleo de agosto en EE.UU. del viernes fueron nuevamente débiles”, lo que llevó al mercado a especular con un giro hacia una política monetaria más expansiva por parte de la Reserva Federal.
Los mercados estarán atentos a revisiones clave de los datos laborales de EE.UU. “Una gran revisión a la baja de las Non-Farm Payrolls (NFP, o nóminas no agrícolas) podría desencadenar cierta debilidad limitada del dólar”, advirtió Turner, anticipando que “el DXY podría subir un poco más esta semana, antes de un giro bajista hacia la reunión del FOMC del próximo miércoles”.
A esta presión se suman las tensiones políticas en Japón y Europa. De hecho, Turner agregó que “lo que ha limitado esa venta del dólar, creemos, han sido los desarrollos políticos en el extranjero”, pero aun así el índice DXY se mantiene bajo presión.
BBVA FX Strategy también respalda esta lectura, señalando la debilidad del dólar frente a las principales divisas de mundo. Para los analistas del banco, “los mercados asignan ahora cerca de un 90% de probabilidad a un total de 75 puntos básicos de relajación este año” por parte de la Fed.
Esto ha generado un entorno más favorable para las monedas emergentes, incluidas las latinoamericanas, pese a cierta cautela. En particular, destacan que “los aspectos técnicos de América Latina podrían verse desafiados de nuevo”, pero también que “el enfoque principal y el motor de las divisas latinoamericanas seguirán siendo el USD y el apetito por el riesgo”.
En ese contexto, el peso chileno capitaliza el debilitamiento del dólar a nivel global, incluso cuando en el plano interno se afianzan las expectativas de una trayectoria más flexible en la política monetaria.
Tal como resumió Mieres, “el proceso de desaceleración de la inflación ha sido más sólido de lo que anticipaba el mercado”, lo que da espacio para recortes, pero sin provocar una depreciación inmediata.
Bloomberg
